TERRAZAS CASABLANCA

Terrazas de Casablanca

Pasando las pampas de Santa Rosa (al norte del valle) nos topamos con un silencio oceánico y las luces de una estación experimental biológica ancestral: las terrazas agrícolas de Casablanca y de Calero. Se trata de unas 500 hectáreas de lomas donde es posible observar una síntesis de vegetación y un asentamiento de terrazas que habría servido para los cultivos de otros tiempos como maíz, papa y otros, todo mediante técnicas de retención de humedad al reposar las lluvias.

Pero también es en estas alturas donde se encuentran unos geoglifos que el arqueólogo francés Fréderic Engel describe en su libro “De las Begonias al Maíz”, y que después el arqueólogo Rommel Ángeles Falcón del proyecto Huaca Malena lo comprobó cuando realizaba el inventario de los restos arqueológicos de Asia. Se trata de unas líneas parecidas a las de Nasca y que sólo desde el aire sería posible determinar sus figuras y cuando la zona esté limpia de vegetación.Engel refiere también que de Casablanca partía una línea hasta conectarse con los Paredones, el complejo inca de cuatro muros paralelos que se estiraba pegado al cerro Largo, al cual se cree fue preparado para realizarse fiestas y ceremonias, pero de su imponencia ya no queda casi nada tras el impacto de la actual Panamericana Sur.